Category Poesía
mi cabeza
mi cabeza
es una pecera
donde los peces giran y giran
y giran locos.
alguien los echó de comer
alguien extraño
alguien
que siempre estuvo ahí –agazapado-.
( El otro día vi un gazapo / lo vi un instante que pasaba con el coche/ antes de salirme de la carretera/ y comprendí inmóvil/ el porqué alerta y frágil de esta palabra: como la vida. Es un algodón que huye/ entre pequeñas nubes de polvo.)
mi cabeza
tiene forma de casco de astronauta
que mira las estrellas
( Porque esa luz/ o cualquier luz/ puede ser una estrella que ya no existe por ejemplo)
que tiembla –como yo- y gira
y giran y giras alrededor
de la farola la polilla –apagada-.
las farolas, me refiero.
y el sol sale a ratos y esa luz
blanca como al nacer
nos ciega y la música en silencio y nosotros
obscenamente tristes seguimos
sin encontrar respuestas en la cocaína
y ya toca mirarnos
nuestras caras leprosas saliendo de la discoteca.
Como una fotografía
Como una fotografía vieja
en la que aparece un forzudo
con bigote y traje de tirantes
a rayas.
Así, como en una fotografía vieja
nos tiene cogidos sobre sus hombros
( a mis 3 hermanos y a mí )
como si fuéramos una pesa
de aquellas de 2 toneladas.
Sonriente. Sin esfuerzo
muestra su fuerza y su familia
en una playa de Peñíscola
con el castillo al fondo.
Lo tengo en una fotografía. Sí.
Es el mismo
que ahora se acerca por la calle
encogido y frágil, como de lado,
apoyado sobre su bastón
lentamente.
Sí. Es el mismo.
Lo tengo en una fotografía.
Era una mañana soleada.
Las hienas
Las hienas son feas.
Las hienas tienen una risa voraz que pone nervioso a todo el mundo.
Las hienas tienen un color raro.
Las hienas, con sus mandíbulas, pueden partir huesos enormes.
Su cara
es como si solo tuviera boca -Solo devorar-.
Las hienas tienen chepa. Las patas
de atrás
más cortas que las de delante y corren como cojeando;
pero lo pueden hacer durante cientos de kilómetros
hasta
que su presa
agotada
se tiende en la tierra a dejarse morir.
Pero no la ahogan
como hacen los leones, los leopardos, los tigres. No.
Se la comen viva
en un festín sangriento entre risas y dentelladas
empezando -siempre-
por las partes más dolorosas:
los ojos,
los genitales,
la nariz…
Las hienas
son feas.
Crueles.
Podemos decir, que son feas por dentro y por fuera.
Pero sin embargo
con traje
mira telescópica y rifle
solo hay uno que mata
por placer.
Ingredientes
Ingredientes para seres afortunadamente atípicos:
2 Kg de sueños botánicos.
1 mapa de lugar donde dejo las cosas para no perderlas.
3´5 metros de cinta VHS con vídeos de gatitos.
2 trozos –aunque sean minúsculos – de la pared que vi en Barcelona con un grafiti que decía:
“ Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos”.
6 gotas -estas sí son minúsculas- de las que se desprenden al pelar
una mandarina con las manos.
1 montaña nevada.
2´3 litros de la primera nota -asonante- de la 9ª Sinfonía de Beethoven.
1 momento de palíndroma belleza
que podamos pasar –a nuestro gusto-
para delante
y para atrás
como el Cine Exin por ejemplo:
La-ruta-natural
Larutan-atur-al
1 botella de otoño.
2 botes de primavera
con Agua de Colonia barata
que huela como
cuando la lluvia huele a mar profundo o como
cuando la tierra huele a lluvia
o
cuando la lluvia tú y yo.
( Colonia
de lluvia barata
porque nuestro amor es barato como el de Pedro Casariego.)
4 setas rojas invisibles.
1 martillo de cristal y 100 clavos de piedra… Y cualquier cosa
-tus deseos, mis manos-
que no esté en esta lista y la veas en a través del agujer o en la caja de Saint-Exupéry.
Cualquier cosa que
digas
o pienses
o sientas
o sueñes
siempre y cuando
sean imposibles.
Creo que fue Mafalda
Creo que fue Mafalda quien dijo: “ No crezcas. Es una trampa”. Si no me tomaran por un loco y sirviera para algo, se lo diría así a las claras a esos niños que ahora juegan a tirarse por el espigón del puerto una y otra vez. Les diría, por ejemplo, guarda tu alma en el frigorífico y congela este momento para siempre. Una y otra vez, es un juego parecido a “ a ver quién llega más lejos” : corren, gritan, saltan, vuelan y se zambullen en el agua sin más preocupaciones que jugar… Les diría ( creo que fue Baudelaire, aunque también podría haber sido Mafalda quien dijo: “la belleza es lo eterno que hay en lo efímero” ) lo afortunados que son siendo niños jugando con la belleza; siendo parte de ella… Solo espero, que años más tarde, no sean conscientes de esta pérdida porque sino -irremediablemente- se pasarán la vida buscándola como cualquier poeta.
Furiosos y heridos
Podría decir
Podría decir: “Las sombras
se angostan en el mar de luna.
Ausencias vacían mi corazón helado.
Esquinas, rumores, alas
de mariposa se esconden
en el trasluz profundo…” Pero NO.
El problema de los poetas
es ese:
Que se ponen poéticos
pastosos, insoportables…
con el ego tan grande al que solo
cabe poner un gran lazo rojo.
Yo poético, le llaman –dos “perlas nacaradas” caen por mis mejillas de la risa –
007, 008, 00 N con licencia poética
para matar de aburrimiento al público.
Público que
normalmente es su padre, madre, hijo, hijas
novio, novia, amigo, amigas… Este sufrimiento
es compartido por ellos
como una enfermedad. Lo sé.
( Y lo siento. Gracias por aguantarme. Yo me incluyo )
Creo que fue el poeta Manuel Scroza
quien dijo que no hay malos poemas porque
tal vez, en algún lugar, alguien
encuentre el sentido
que tú no supiste decir.
Por eso, pido perdón a los poetísimos
si en algún momento se sintieron ofendidos
con este amontonamiento de letras
en vertical.
Pero si hay que elegir, prefiero
los limones de Montale o la violeta silvestre de Basho.
Prefiero –repito- la sencillez en las palabras
como si te leyeran al oído y tú
en algún lugar, encuentres en ellas
el sentido que no supe decir:
Las montañas y las tartas de chocolate
me saben a ti.
el cabello amarillo tú
el cabello amarillo tú
tan lejos duna
o montaña distancia y yo
escarabajo verde azul
al sol -boca abajo-. ( Nota: pensar más tarde si hay alguna relación entre nombre y posición: cara-abajo)
quiero decir,
si por lo menos tuviera
valor
1 minuto, 1 cigarro, 10 años más olvidaría
el corazón toc toc toc en la arena
que estalla y la boca ata,
y ya
no me miraras como a un niño.
entonces viento.
viento entre tus dedos entre
tus anillos
tus muslos…no.
no, no.
tus muslos no.
porque la presión y la sangre y
todas esas cosas que muerden
y me hacen tan igual
a ellos, a esos, lejos
susurran canciones auricular
en francés lobo.
no…
yo me acercaría
apartando la arena hasta
( ¿cuanto tiempo pasa
entre
piedra y grano? )
te deslices
como en un tobogán.
el dolor
el dolor
8 años
32884 niños
-quería ser capitán-
incesante incesante
incesante
llamamiento
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