Cuando cierro los ojos

Cuando cierro los ojos oigo el mar; este es mi secreto para desaparecer…al menos en parte-  dijo mientras se sentaba a su lado para tranquilizarla. Ya se escuchaban los ruidos en el piso de abajo: pesados pasos, muebles arrastrados, cristales rotos y algún grito seco. -Esa idea es el cerrojo que impide que entren mí. Ahora la llave es tuya. Te la confío. Sólo tienes que encontrar tu lugar secreto y ocultarla-. Se acercan. Suben por las escaleras como un martillo neumático y empiezan a golpear otras puertas. Se acercan. Casi pueden escuchar su aliento. -Rápido, tienes que encontrarlo. Rápido-. Empiezan a golpear su puerta.

Cede.

Cae un silencio violento. Todo está oscuro.

Pero ella, ya piensa en sol y en lavanda.